Villa González.-Las operaciones de extorsión, orquestadas por las redes sociales y que muchas veces involucra
a adolescentes, convierten este municipio como la meca de la estafa.
El llamado “poteo”, que consiste en engañar a personas incautas, pegando imágenes en poses sugerentes en las redes sociales para después extorsionar bajo la exigencia en pago de altas sumas de dinero para acceder a borrarlas.
La imagen que está generando, hacia la población preocupa a diversos sectores, desde religiosos hasta algunos padres.
Mensualmente, el ministerio público aproximadamente 15 denuncias de personas que se quejan de cómo fueron estafados por jóvenes que operan desde el municipio Villa González.
El sacerdote Teófilo de Jesús Estévez, párroco dela iglesia culpa a los padres de la problemática.
“La mayoría de estas personas son menores de edad y los padres tienen la culpa, pues ni dan orientación ni seguimiento a lo que hacen sus hijos”, apunta el sacerdote.
Considera como muy seria la problemática, pues se mueve de forma silenciosa.
El padre Estévez lamenta que vea normal el dinero mal habido de jóvenes que no trabajan y no son recriminados o preguntado por sus padres de como lo consiguieron.
El pasado año, el Departamento de Falsificaciones, Inteligencia Criminal y Delitos Tecnológicos tuvo prácticamente un centenar de quejas, incluyendo la de sacerdotes estafados mediante llamadas telefónicas, bajo la promesa de conseguirles vehículos.
Sin embargo, en la mayoría de casos, tienen que ver con la exposición de imágenes de hombres que acceden a mantener video chac de sexo con desconocidos o desconocidas, que luego exigen dinero a cambio de no exponerla en redes como Facebook.
En noviembre del 2011, un juez envió a prisión a tres mujeres con medidas de coerción tras estafar mediante a varios hombres del municipio Villa González.
Las apresadas en ese entonces fueron Dalia Victoria Michael (Darlin), Virgen María Contreras y Ana María Abreu Castillo, acusadas de violar el artículo 400 del Código Penal y la Ley 53-07, de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.
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